Nileza es uno de los alquimistas más famosos del mundo de los Doce, es conocido por participar en el enorme proyecto de la clepsidra del conde Kontatrás y por ser el creador de la bebida más popular de Frigost, la CocaCarol.
Su historia[]
En el año 559, rebuscando en la biblioteca de su tierra, Amakna, Nileza encontró unos fragmentos de lo que podría ser muy posiblemente la receta de la pócima de la inmortalidad. A pesar de que la fórmula estuviera incompleta, el alquimista se obsesionó en probar diferentes ingredientes para lograr descubrir este misterio que le apasionaba.
En un fallido intento de crear la pócima una explosión destrozó su taller y desfiguró completamente el rostro de Nileza. Para no tener que mostrar su horrendo rostro ante la gente contrató un aprendiz para que hiciese los encargos a su nombre, el cual murió unos meses más tarde al equivocarse de pócima y tomar la equivocada pensando que era la pócima de la longevidad. Nileza empezó a usar una máscara para ocultar su rostro.
Poco tiempo más tarde viajó a la isla de Nawidad, que en aquél entonces aún era una región de la isla de Frigost, donde descubrió que la pócima de longevidad reaccionaba muy bien ante el frío y Nileza se familiarizó bien con las bajas temperaturas.
También trabajando en otros proyectos, el alquimista creó un brebaje presuntamente milagroso: la CocaCarol. Quiso aliarse con Nicolás Nawidad para comercializar esa bebida y poder distribuirla a todos los niños de Frigost, pero fue rechazado por ese. En búsqueda de venganza llegó a un acuerdo con Chanta Klaus y se asociaron en contra de Nicolás, haciéndole la competencia en su negocio e invirtiendo una fortuna en regalos para niños. Juntos lograron arruinar a Nicolás Nawidad, que tuvo que cerrar su negocio y vender su casa, y para el colmo de todos Djaul arrancó de Frigost el trocito de región y lo mandó a flotar por el mar Kantil.
Con la isla de Nawidad separada de Frigost y con Nicolás y Chanta Klaus deambulando por el océano, Nileza dejó de lado el negocio de la CocaCarol, que acabó en bancarrota. En ese entonces el alquimista volvió a Amakna, dónde se percató que el cuerpo de su aprendiz había sido encontrado y lo habían confundido por él, declarándolo oficialmente muerto.
Aprovechando la oportunidad, Nileza regresó a la isla de Frigost donde le esperaba el conde Kontatrás, que estaba buscando artesanos que le ayudaran en su proyecto, entre ellos un alquimista. Los artesanos trabajaron fuertemente en el proyecto de la clepsidra, Nileza en concreto se encargó del líquido que iba a alimentarla, y juntos lograron acabar con el difícil invierno de Frigost.
Su exitoso proyecto no duró demasiado, cuando Djaul se enteró que los frigosteños habían apaciguado el frío del mes de desiembro se presentó a lo alto del castillo del conde Kontatrás y heló para siempre el continente frigosteño, que quedó atrapado en un eterno invierno.